Según la información, el travesti estaba acostumbrado a robar casas en la ciudad de Ipojuca, en Pernambuco.
Esta vez, además de robar las pertenencias de los residentes, también abrió el refrigerador y se llevó a Toddynho de los niños.
Los traficantes de la región, al enterarse del robo, localizaron y capturaron al travesti, cortándose el pelo y agrediéndolo con bofetadas como forma de
castigo.