ARACRUZ, BRASIL – 25 DE NOVIEMBRE DE 2022 Gabriel Rodrigues Castiglioni, de 16 años, perpetró un atentado contra dos escuelas de la ciudad de Aracruz, Espírito Santo, dejando cuatro muertos y doce heridos. Armado con una pistola semiautomática robada a su padre, planeó meticulosamente el ataque. Las investigaciones revelaron que Gabriel se inspiró en tiroteos similares en escuelas del extranjero y admiraba abiertamente la ideología nazi en las redes sociales.
El primer ataque se produjo en la escuela Primo Bitti, donde mató a tiros a Selena Zagrillo, de 12 años, que había intentado esconderse debajo de un pupitre, y a la profesora Maria da Penha Pereira de Melo Banhos, de 48 años, que intentó proteger a sus alumnos. Gabriel se trasladó después a la escuela Praia de Coqueiral, donde mató a Cybelle Passos Bezerra Lara, de 45 años, que pedía ayuda, y a Flavia Amoss Merçon Leonardo, de 38 años, que llevaba a los alumnos a un lugar seguro.
Tras el ataque, Gabriel fue detenido por la policía cuando intentaba huir. Sus acciones estuvieron motivadas por la sangre fría y el odio ideológico, como lo confirman su actividad en Internet y su comportamiento durante el interrogatorio.
Debido a su edad, Gabriel fue juzgado en un tribunal de menores y condenado a tres años de prisión, la pena más severa que la legislación brasileña impone a los menores infractores. Cumple la pena en un centro de detención juvenil, donde también se somete a una evaluación psicológica y terapia. La decisión del tribunal provocó indignación pública, ya que muchos consideraron que la pena era demasiado leve dada la brutalidad del delito y el número de víctimas. Sin embargo, el tribunal actuó dentro del marco legal, que prioriza la rehabilitación sobre las medidas punitivas para los menores.
El primer ataque se produjo en la escuela Primo Bitti, donde mató a tiros a Selena Zagrillo, de 12 años, que había intentado esconderse debajo de un pupitre, y a la profesora Maria da Penha Pereira de Melo Banhos, de 48 años, que intentó proteger a sus alumnos. Gabriel se trasladó después a la escuela Praia de Coqueiral, donde mató a Cybelle Passos Bezerra Lara, de 45 años, que pedía ayuda, y a Flavia Amoss Merçon Leonardo, de 38 años, que llevaba a los alumnos a un lugar seguro.
Tras el ataque, Gabriel fue detenido por la policía cuando intentaba huir. Sus acciones estuvieron motivadas por la sangre fría y el odio ideológico, como lo confirman su actividad en Internet y su comportamiento durante el interrogatorio.
Debido a su edad, Gabriel fue juzgado en un tribunal de menores y condenado a tres años de prisión, la pena más severa que la legislación brasileña impone a los menores infractores. Cumple la pena en un centro de detención juvenil, donde también se somete a una evaluación psicológica y terapia. La decisión del tribunal provocó indignación pública, ya que muchos consideraron que la pena era demasiado leve dada la brutalidad del delito y el número de víctimas. Sin embargo, el tribunal actuó dentro del marco legal, que prioriza la rehabilitación sobre las medidas punitivas para los menores.