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Anonimo
Es la primera vez que hablo de esto, tampoco pienso hablarlo con nadie porque a estas alturas que mi vida ha cambiado mucho, me parece innecesario desenterrar el pasado, así que es muy probable que me lleve esto a la tumba, o lo comparta con un círculo pequeño. Tampoco puedo dar muchos detalles porque son muy comprometedores.
Uno de ellos era un allegado y era un homosexual reprimido que había intentado tener sexo conmigo cuando yo tenía alrededor de 11 años, pero a esa edad ya tenía alguna que otra idea de sexo y era lo suficientemente consciente para saber que el abuso sexual estaba mal. Así que, las veces que se me acercó a acosarme, me refugiaba con un adulto o directamente me alejaba de él. En una ocasión quiso que me desnudara, pero le dije que NO, y desde entonces nunca más volvió a acosarme ni intentó nada. Lo he visto un par de veces más, y ahora está bien y sigue viviendo su vida; y tampoco siento algún rencor.
Con 12 años, un hombre había querido secuestrarme en la puerta de mi escuela. Llegó con su auto y me había preguntado si quería que me alcanzara a algún lado. Me corrí unos metros, y el hombre se acercó a hacerme la misma pregunta, así que directamente me metí adentro de mi escuela.
Pero la peor ocasión ocurrió a los 17 años, cuando entré en la casa de un pedófilo a la que una que otra vez íbamos a trabajar. Nosotros ya sabíamos que el tipo tenía causas por corrupción de menores, pero creíamos que era mentira porque el tipo era gay y tenía amistades masculinas. Era un tipo adinerado que sólo traía hombres a su casa, y a veces los trataba de convencer de que, si tenían relaciones sexuales, les regalaba $5.000 (que es como decirte $75.000 de ahora).
Yo fui un par de veces a esa casa, y me habían dicho que el tipo hacía chistes zarpados, hasta que un día me dijo que se masturbaba viendo mis fotos de Instagram. No volví a ir a esa casa hasta tiempo más tarde, hasta una ocasión donde quise robarle y se dio cuenta, y me echó de su casa.
Lo último que supe de ese tipo es que, semanas después de eso, entraron a la casa, le robaron todo y casi lo matan a puñaladas, siendo la 3º vez que pasaba.
Uno de ellos era un allegado y era un homosexual reprimido que había intentado tener sexo conmigo cuando yo tenía alrededor de 11 años, pero a esa edad ya tenía alguna que otra idea de sexo y era lo suficientemente consciente para saber que el abuso sexual estaba mal. Así que, las veces que se me acercó a acosarme, me refugiaba con un adulto o directamente me alejaba de él. En una ocasión quiso que me desnudara, pero le dije que NO, y desde entonces nunca más volvió a acosarme ni intentó nada. Lo he visto un par de veces más, y ahora está bien y sigue viviendo su vida; y tampoco siento algún rencor.
Con 12 años, un hombre había querido secuestrarme en la puerta de mi escuela. Llegó con su auto y me había preguntado si quería que me alcanzara a algún lado. Me corrí unos metros, y el hombre se acercó a hacerme la misma pregunta, así que directamente me metí adentro de mi escuela.
Pero la peor ocasión ocurrió a los 17 años, cuando entré en la casa de un pedófilo a la que una que otra vez íbamos a trabajar. Nosotros ya sabíamos que el tipo tenía causas por corrupción de menores, pero creíamos que era mentira porque el tipo era gay y tenía amistades masculinas. Era un tipo adinerado que sólo traía hombres a su casa, y a veces los trataba de convencer de que, si tenían relaciones sexuales, les regalaba $5.000 (que es como decirte $75.000 de ahora).
Yo fui un par de veces a esa casa, y me habían dicho que el tipo hacía chistes zarpados, hasta que un día me dijo que se masturbaba viendo mis fotos de Instagram. No volví a ir a esa casa hasta tiempo más tarde, hasta una ocasión donde quise robarle y se dio cuenta, y me echó de su casa.
Lo último que supe de ese tipo es que, semanas después de eso, entraron a la casa, le robaron todo y casi lo matan a puñaladas, siendo la 3º vez que pasaba.