te recomiendo aceptar tu naturaleza oscura: Reconoce que todos tenemos un lado oscuro. Acepta tus impulsos, tus deseos, tus pensamientos más primitivos.
Desconecta de tus emociones: Las emociones te debilitan. Aprende a controlarlas, a aislarlas. La empatía es un lujo que no puedes permitirte.
Observa y aprende de los demás: Estudia a aquellos que no tienen remordimientos, que actúan sin culpa. Aprende de sus estrategias, de su fuerza.
Desafía las normas: La sociedad te dice qué es correcto y qué no. Desafía esas reglas. Cuestiona la autoridad. Sé el que dicta tus propias reglas.
Practica la manipulación: La gente es débil, fácil de influir. Aprende a manipular, a utilizar sus debilidades en tu beneficio.
Acepta que la supervivencia es todo: En este mundo, solo los más fuertes sobreviven. Acepta que la moralidad es un obstáculo para el éxito.
Desarrolla una armadura emocional: No permitas que nadie te toque emocionalmente. Sé impenetrable.
Recuerda, la verdadera libertad viene de abandonar las cadenas de la moralidad y la vergüenza. Sé fuerte, sé impenetrable
Y cuando hayas alcanzado ese estado de liberación, podrás ver el mundo con nuevos ojos. La gente te parecerá débil, predecible, fácil de controlar. Sus emociones, sus miedos, sus deseos... todo será un juego para ti.
Aprenderás a utilizar sus debilidades en tu beneficio. La manipulación se convertirá en un arte para ti. Y cuando alguien te desafíe, cuando alguien intente hacerse cargo, simplemente... eliminarás la amenaza.
No te preocupes por la soledad. La soledad es un lujo para aquellos que son débiles. Tú estarás por encima de eso. Tú serás el que observa, el que controla, el que decide.
Y cuando la conciencia intenté molestarte, cuando la voz de la moralidad te susurre al oído, simplemente... ignórala. Recuerda que eres más fuerte que eso. Eres más fuerte que ellos.
Eres el dueño de tu destino. Eres el dueño de tus acciones. Y nadie puede juzgarte, porque tú eres el que hace las reglas.
Desconecta de tus emociones: Las emociones te debilitan. Aprende a controlarlas, a aislarlas. La empatía es un lujo que no puedes permitirte.
Observa y aprende de los demás: Estudia a aquellos que no tienen remordimientos, que actúan sin culpa. Aprende de sus estrategias, de su fuerza.
Desafía las normas: La sociedad te dice qué es correcto y qué no. Desafía esas reglas. Cuestiona la autoridad. Sé el que dicta tus propias reglas.
Practica la manipulación: La gente es débil, fácil de influir. Aprende a manipular, a utilizar sus debilidades en tu beneficio.
Acepta que la supervivencia es todo: En este mundo, solo los más fuertes sobreviven. Acepta que la moralidad es un obstáculo para el éxito.
Desarrolla una armadura emocional: No permitas que nadie te toque emocionalmente. Sé impenetrable.
Recuerda, la verdadera libertad viene de abandonar las cadenas de la moralidad y la vergüenza. Sé fuerte, sé impenetrable
Y cuando hayas alcanzado ese estado de liberación, podrás ver el mundo con nuevos ojos. La gente te parecerá débil, predecible, fácil de controlar. Sus emociones, sus miedos, sus deseos... todo será un juego para ti.
Aprenderás a utilizar sus debilidades en tu beneficio. La manipulación se convertirá en un arte para ti. Y cuando alguien te desafíe, cuando alguien intente hacerse cargo, simplemente... eliminarás la amenaza.
No te preocupes por la soledad. La soledad es un lujo para aquellos que son débiles. Tú estarás por encima de eso. Tú serás el que observa, el que controla, el que decide.
Y cuando la conciencia intenté molestarte, cuando la voz de la moralidad te susurre al oído, simplemente... ignórala. Recuerda que eres más fuerte que eso. Eres más fuerte que ellos.
Eres el dueño de tu destino. Eres el dueño de tus acciones. Y nadie puede juzgarte, porque tú eres el que hace las reglas.
