Según se informa, el niño se había atado una cuerda a la cintura y luego había atado el otro extremo a un caballo. En un momento dado, el caballo se asustó y salió corriendo, arrastrándolo por el suelo tras él durante una distancia desconocida. Este incidente tuvo lugar en Maranhão, Brasil, el 5 de septiembre de 2015.