Hello..
Bueno, en resumidas cuentas, tengo como una especie de bendición: si me propongo "algo", lo puedo lograr. Literalmente ha pasado con todo a lo que he jurado de corazón. La cosa es que, en la secundaria, me gustaba una chica. Ella era planita, pero me gustaba por su personalidad y gustos, etc. El asunto es que, en ese momento, solo pensaba en jugar con mis amigos y en la Play. Bueno, la cosa es que yo a esta chica le daba cartas, listas con canciones y demás, así bien coqueto, y me propuse de corazón que iba a conquistarla.
La situación fue escalando hasta que conocí a una chica que estaba en el salón. Nunca la había visto ni me había dado cuenta de que existía. Ese día, todo el mundo la felicitaba porque tenía novio, y demás. Y, aunque suene mal, me llamó la atención. Ahora va la explicación: "Estuvimos literalmente toda la tarde de ese día, mientras ella resumía su noviazgo, jugando al Tic-Tac-Toe en el pizarrón de clase". ¡Fua, hermano! Cambié mi objetivo.
La cosa es que me hice su mejor amigo y, poco a poco, fui ganando su confianza. Además, el chico no era tan apuesto, y eso jugaba a mi favor. A esa edad, literalmente era un inmaduro y todavía estaba descubriendo mis gustos, tanto sexuales como de intereses en general. La chica, como a la semana, me contó que cortó con su novio y, al final, supe que estaba soltera. Después de eso, me propuse de corazón conquistarla. Pasó el Año Nuevo y, luego de las vacaciones, volvimos al curso...
Ella estaba radiante y destacaba mucho por algo: su busto. Correcto, mis estimados, tenía una chica que me gustaba por sus sentimientos y, además, tenía lo que me atraía: el busto. Desde ese día, soy hombre de tetas (jajaja). La situación es que estuvimos ligando durante 4 meses y, en abril, por fin decidí lanzarme. Soy fan de los shojos (no soy color llanta) y decidí hacer algo sorpresa, algo especial.
Cuando salimos del cole a mediados de abril, la fui a dejar a su casa, como ya venía haciendo. Nosotros hicimos una apuesta con un examen de química de la secundaria, y ella me dijo que si "yo ganaba", la recompensa sería lo que yo quisiera. Yo fui directo con ella y le pedí un beso. Ella tenía miedo y me dijo que no. Sacó sus llaves de la mochila, y cuando ya iba a entrar, le quité las llaves frente a su casa y le dije: "No entras hasta que me pagues". La cosa es que ella me renegó muchas veces, pero yo podía leerla, no sé... Después, ella me preguntó si era una broma y yo le respondí que no. Hermanos, la besé, y fue genial. Luego de eso, comenzamos a salir.
Ahora ya los 2 no estamos juntos pero seguimos siendo compas con benficios , en reflexion se puede si quiere
La situación fue escalando hasta que conocí a una chica que estaba en el salón. Nunca la había visto ni me había dado cuenta de que existía. Ese día, todo el mundo la felicitaba porque tenía novio, y demás. Y, aunque suene mal, me llamó la atención. Ahora va la explicación: "Estuvimos literalmente toda la tarde de ese día, mientras ella resumía su noviazgo, jugando al Tic-Tac-Toe en el pizarrón de clase". ¡Fua, hermano! Cambié mi objetivo.
La cosa es que me hice su mejor amigo y, poco a poco, fui ganando su confianza. Además, el chico no era tan apuesto, y eso jugaba a mi favor. A esa edad, literalmente era un inmaduro y todavía estaba descubriendo mis gustos, tanto sexuales como de intereses en general. La chica, como a la semana, me contó que cortó con su novio y, al final, supe que estaba soltera. Después de eso, me propuse de corazón conquistarla. Pasó el Año Nuevo y, luego de las vacaciones, volvimos al curso...
Ella estaba radiante y destacaba mucho por algo: su busto. Correcto, mis estimados, tenía una chica que me gustaba por sus sentimientos y, además, tenía lo que me atraía: el busto. Desde ese día, soy hombre de tetas (jajaja). La situación es que estuvimos ligando durante 4 meses y, en abril, por fin decidí lanzarme. Soy fan de los shojos (no soy color llanta) y decidí hacer algo sorpresa, algo especial.
Cuando salimos del cole a mediados de abril, la fui a dejar a su casa, como ya venía haciendo. Nosotros hicimos una apuesta con un examen de química de la secundaria, y ella me dijo que si "yo ganaba", la recompensa sería lo que yo quisiera. Yo fui directo con ella y le pedí un beso. Ella tenía miedo y me dijo que no. Sacó sus llaves de la mochila, y cuando ya iba a entrar, le quité las llaves frente a su casa y le dije: "No entras hasta que me pagues". La cosa es que ella me renegó muchas veces, pero yo podía leerla, no sé... Después, ella me preguntó si era una broma y yo le respondí que no. Hermanos, la besé, y fue genial. Luego de eso, comenzamos a salir.
Ahora ya los 2 no estamos juntos pero seguimos siendo compas con benficios , en reflexion se puede si quiere