No sé si esto cuenta como confesión o algo, pero es algo que me paso cuando estaba en la secundaria. Tenía una amiga media rarita que se cortaba (igual que yo), digo "tenía" porque ya no hablamos desde hace mucho tiempo. La cosa es que un día ella había comprado 2 cutters y decidió darme uno a mí, a la semana (más o menos) de repente nos encontramos en el baño del instituto, ¿cómo?, pues por casualidad. Yo estaba sentada en el cubículo (o como pollas se llame) siguiente del que ella estaba y escuche el típico sonido de cuando sacas la cuchilla del cutter, no sé explicarlo, pero lo reconocí y dije su nombre para ver si era ella la que hizo el ruido y sí. Pues bueno al final las dos terminamos en un mismo cubículo hablando para saltarnos la clase que teníamos. Y ella empezó a cortarse con el cutter, para luego pedirme que le ayudase para que se hiciese un corte profundo porque el cutter ya apenas tenía filo, y bueno, yo le dije que vale. Y nada terminé haciéndole un par de cortes en los antebrazos (igual ella me lo pidió). No me juzguen era una rarita en ese entonces.