Un hombre de 32 años fue encontrado muerto en su habitación en una casa comunal de nativos de Sarawak donde vivía con sus padres. La historia obtenida de sus padres reveló que el fallecido exhibió un comportamiento anormal durante los últimos 3 años, pero no buscó una evaluación psiquiátrica. Se sabía que se encerraba en su habitación durante varios días seguidos y que a menudo hablaba solo. Su padre descubrió su cuerpo 3 días después de que fue visto con vida por última vez. Fue encontrado acostado boca arriba con una herida de bala en la frente. Una búsqueda policial posterior en el área recuperó un cañón de metal con una cabeza de latón de escopeta deformada unida a él, un cuchillo de carnicero, un martillo, un clavo oxidado y un taco de plástico deformado.
Este fue el primer caso de suicidio, según nuestro conocimiento, en el que se disparó un cartucho de escopeta en un tubo de metal golpeando la tapa con un cuchillo de carnicero. En el caso que describimos, el arma utilizada para cometer el suicidio estaba construida de manera rudimentaria con un tubo de metal que encajaba perfectamente en el cuerpo del cartucho, dejando la base expuesta fuera del tubo. Se cree que el sonido del "disparo" habría quedado enmascarado por el sonido de los petardos durante el período festivo.