Es como si estuviera atrapado en un pozo sin fondo, cada día cayendo más y más profundo, sin encontrar una salida. Cada segundo es una pelea constante contra mi propia mente, una batalla que nunca termina. Es un peso aplastante en el pecho, como si me estuviera ahogando en el aire, sin poder respirar. No importa cuánto lo intente, siempre termino peor. Siento que estoy caminando en círculos, atrapado en una espiral interminable de dolor y desesperación.Me levanto cada día con la esperanza de que las cosas mejoren, pero solo encuentro más oscuridad. Estoy agotado, mentalmente roto, y cada pequeña cosa me afecta como un golpe directo al corazón. Es como si el mundo estuviera en mi contra, como si cada persona que conozco me empujara más y más hacia el abismo. No importa lo que haga, no importa cuánto trate de arreglar las cosas, siempre termino en el mismo lugar: solo, perdido, sin nadie a quien acudir.He llegado al punto en el que ni siquiera tengo la energía para llorar. Las lágrimas ya no salen, el dolor es tan profundo que me he vuelto insensible. Pero, al mismo tiempo, siento que me estoy ahogando en mi propio sufrimiento, que estoy siendo devorado desde adentro. Y lo peor de todo es que no hay nadie que realmente entienda por lo que estoy pasando. Hablar con la gente es inútil; me siento como un fantasma, como si mis palabras no significaran nada, como si estuviera gritando en el vacío.Ya no quiero seguir así, pero no sé cómo salir de este pozo. Estoy cansado de fingir que estoy bien, de poner una sonrisa cuando por dentro me estoy desmoronando. Solo quiero un respiro, un momento de paz, pero parece que eso es pedir demasiado. Estoy atrapado en mi propia mente, y no veo la salida.
En estos momentos parece que la única solución es el
Suicidio.
En estos momentos parece que la única solución es el
Suicidio.