un narcotraficante venezolano fugitivo, apodado El Talibán, fue lanzado vivo al océano con las manos atadas con una cremallera y un ancla atada a su cintura. Supuestamente, esto fue en represalia por haber robado 204 kilogramos de cocaína.
Reinaldo Fuentes, de 68 años, ideó un plan complicado para engañar a sus superiores en el Cártel del Golfo. Intentó estafarlos tirando al mar un cargamento de drogas valuado en 10 millones de dólares. Luego regresó al agua para recuperar la cocaína, la volvió a empacar y la llevó a una isla del Caribe.
Para encubrir sus acciones, fabricó una historia falsa sobre un encuentro con guardacostas, explicando por qué no devolvió la droga ni el dinero a sus jefes. Sin embargo, uno de sus cómplices lo traicionó ante sus superiores. Finalmente, fue capturado y arrojado al mar.
Reinaldo Fuentes, de 68 años, ideó un plan complicado para engañar a sus superiores en el Cártel del Golfo. Intentó estafarlos tirando al mar un cargamento de drogas valuado en 10 millones de dólares. Luego regresó al agua para recuperar la cocaína, la volvió a empacar y la llevó a una isla del Caribe.
Para encubrir sus acciones, fabricó una historia falsa sobre un encuentro con guardacostas, explicando por qué no devolvió la droga ni el dinero a sus jefes. Sin embargo, uno de sus cómplices lo traicionó ante sus superiores. Finalmente, fue capturado y arrojado al mar.