Los gusanos causan la mayor parte de la descomposición del cuerpo porque son los que comen la mayor parte del cuerpo. Los gusanos tienen poderosas enzimas proteolíticas que ayudan a la disolución de los tejidos y facilitan la penetración. Los gusanos son voraces y enérgicos, primero exploran los conductos naturales, como la boca y las fosas nasales, y luego excavan en los tejidos. Secretan fluidos digestivos con enzimas proteolíticas que ayudan a ablandar los tejidos, excavando debajo de la piel y creando túneles y senos que aceleran la putrefacción al admitir aire y acceder a microorganismos externos. Se ponen oleadas sucesivas de huevos, que producen nuevas generaciones de gusanos. Con el tiempo, la pérdida de tejido y la desecación hacen que el cadáver huésped no sea atractivo para los insectos que ponen huevos, y las últimas etapas de descomposición quedan libres de gusanos.