La descomposición o putrefacción es una combinación de dos procesos: la autólisis y la acción bacteriana. La autólisis es la descomposición de células y órganos mediante un proceso químico aséptico causado por enzimas intracelulares. Al tratarse de un proceso químico, se acelera con el calor, se ralentiza con el frío y se detiene con la congelación. La acción bacteriana da como resultado la conversión de los tejidos blandos del cuerpo en líquidos y gases. Los químicos que se producen como resultado de la putrefacción son la cadaverina y la putrescina, el sulfuro de hidrógeno y otros sulfuros, que generan un olor horrible.