El 21 de junio fueron detenidos en la ciudad de Villahermosa, Tabasco, 12 integrantes de una célula del CJNG, como presuntos responsables del asesinato de cinco personas, de las cuales tres fueron decapitadas. Trascendió que dos de los detenidos eran menores de edad y habían declarado ante la autoridad que tras ser reclutados por el cártel, ahora el más poderoso del país, habían sido obligados a comer carne humana.