Contexto:
El cadáver de una mujer de 22 años fue encontrado brutalmente mutilado en su apartamento. Estaba tirada en el suelo cubierta de sangre. Había cortes profundos en todo su cuerpo, que llegaban hasta las capas de grasa subcutánea. Su cabeza tenía marcas de un traumatismo contundente. Le cortaron la garganta. También le habían abierto la cavidad abdominal y le habían introducido una botella de refresco. En una mesa de café, no lejos de su cuerpo, había un vaso con sangre y huellas de labios, lo que indicaba que alguien había bebido su sangre. En la cocina se encontró un juego de cuchillos de cocina que habían sido utilizados para mutilar su cadáver.
El pensamiento inicial de todos los investigadores fue que ella era víctima de un asesino sádico y que el asesinato tenía un motivo sexual. Pero luego resultó que estaban equivocados. Un psicólogo forense dijo que el asesinato se cometió impulsivamente y en un ataque de ira. Su afirmación fue corroborada por una autopsia posterior de la víctima, que demostró que todas las mutilaciones en su cuerpo fueron de carácter post mortem. Esto no es propio de un asesino sádico que disfruta sexualmente del sufrimiento de la víctima.
Una investigación adicional reveló que el asesinato fue cometido por el novio de la víctima. Al parecer tuvieron una discusión y ella lo abofeteó. Esto lo enfureció tanto que agarró un bate de béisbol y la golpeó en la cabeza hasta que murió. Una vez que ella estuvo muerta, supo que no tenía nada que perder y continuó participando en actividades extrañas como mutilar su cuerpo y beber su sangre. Añadió que bebió su sangre para que siguiera fluyendo por sus venas para siempre.
El cadáver de una mujer de 22 años fue encontrado brutalmente mutilado en su apartamento. Estaba tirada en el suelo cubierta de sangre. Había cortes profundos en todo su cuerpo, que llegaban hasta las capas de grasa subcutánea. Su cabeza tenía marcas de un traumatismo contundente. Le cortaron la garganta. También le habían abierto la cavidad abdominal y le habían introducido una botella de refresco. En una mesa de café, no lejos de su cuerpo, había un vaso con sangre y huellas de labios, lo que indicaba que alguien había bebido su sangre. En la cocina se encontró un juego de cuchillos de cocina que habían sido utilizados para mutilar su cadáver.
El pensamiento inicial de todos los investigadores fue que ella era víctima de un asesino sádico y que el asesinato tenía un motivo sexual. Pero luego resultó que estaban equivocados. Un psicólogo forense dijo que el asesinato se cometió impulsivamente y en un ataque de ira. Su afirmación fue corroborada por una autopsia posterior de la víctima, que demostró que todas las mutilaciones en su cuerpo fueron de carácter post mortem. Esto no es propio de un asesino sádico que disfruta sexualmente del sufrimiento de la víctima.
Una investigación adicional reveló que el asesinato fue cometido por el novio de la víctima. Al parecer tuvieron una discusión y ella lo abofeteó. Esto lo enfureció tanto que agarró un bate de béisbol y la golpeó en la cabeza hasta que murió. Una vez que ella estuvo muerta, supo que no tenía nada que perder y continuó participando en actividades extrañas como mutilar su cuerpo y beber su sangre. Añadió que bebió su sangre para que siguiera fluyendo por sus venas para siempre.