ZAJEČAR, SERBIA – DICIEMBRE DE 2014 En diciembre de 2014, en Zaječar, fue asesinada Dragana Ćirić, una estudiante de 18 años de la Facultad de Economía. El autor del asesinato fue Čedomir Đurić, un hombre de 70 años que estaba patológicamente enamorado de Dragana y no podía aceptar que ella tuviera novio.
El día de su desaparición, se la grabó subiéndose al coche de él. Luego, el hombre la golpeó brutalmente, la estranguló y le echó ácido en la boca mientras aún estaba viva, antes de llevar su cuerpo a un lago cerca del pueblo de Glogovac para intentar ocultarlo. La policía lo detuvo dos días después de que se denunciara su desaparición y él confesó el crimen. En 2015, fue condenado a 40 años de prisión.
Tres años después de su encarcelamiento, envió una carta desde la prisión a los padres de Dragana, en la que afirmaba que a menudo la veía en sueños y culpaba a sus padres de su muerte. Esta carta causó aún más dolor y conmoción a la familia de la víctima.
El día de su desaparición, se la grabó subiéndose al coche de él. Luego, el hombre la golpeó brutalmente, la estranguló y le echó ácido en la boca mientras aún estaba viva, antes de llevar su cuerpo a un lago cerca del pueblo de Glogovac para intentar ocultarlo. La policía lo detuvo dos días después de que se denunciara su desaparición y él confesó el crimen. En 2015, fue condenado a 40 años de prisión.
Tres años después de su encarcelamiento, envió una carta desde la prisión a los padres de Dragana, en la que afirmaba que a menudo la veía en sueños y culpaba a sus padres de su muerte. Esta carta causó aún más dolor y conmoción a la familia de la víctima.