RUSIA Un adolescente de 16 años sufría acoso escolar y rechazo durante mucho tiempo. Estos problemas lo llevaron al suicidio. Se filmó a sí mismo arrojándose desde un balcón. Desde una altura de varias decenas de pies, aterrizó sobre un auto estacionado y murió en el lugar.
La estabilidad mental de los adolescentes es muy frágil y problemas que a nosotros los adultos nos pueden parecer triviales pueden ser vistos como graves por los hijos adolescentes. También es una etapa de la vida en la que los niños quieren convertirse en adultos y no es del todo normal que se muestren confiados con sus padres, aunque creas que tienes una buena relación con ellos. Vigila siempre atentamente el comportamiento de tu hijo y estate atento a los más mínimos cambios. No tengas miedo de preguntarles, pero sé empático y comprensivo.
Si estás pensando en suicidarte, detente y reconoce que tu dolor no es permanente, pero este paso sí lo es. Puede parecer que no hay otra salida, pero hay esperanza, aunque sea difícil verla ahora. Tus sentimientos son temporales y, con ayuda, pueden desaparecer.
Hablar sobre lo que estás atravesando puede resultar difícil, pero es el primer paso hacia la sanación. No le des la espalda a las personas que quieren apoyarte. La vida puede ofrecerte más de lo que estás sintiendo ahora mismo, y el dolor no tiene por qué durar para siempre. Mereces ayuda, y está disponible.
La estabilidad mental de los adolescentes es muy frágil y problemas que a nosotros los adultos nos pueden parecer triviales pueden ser vistos como graves por los hijos adolescentes. También es una etapa de la vida en la que los niños quieren convertirse en adultos y no es del todo normal que se muestren confiados con sus padres, aunque creas que tienes una buena relación con ellos. Vigila siempre atentamente el comportamiento de tu hijo y estate atento a los más mínimos cambios. No tengas miedo de preguntarles, pero sé empático y comprensivo.
Si estás pensando en suicidarte, detente y reconoce que tu dolor no es permanente, pero este paso sí lo es. Puede parecer que no hay otra salida, pero hay esperanza, aunque sea difícil verla ahora. Tus sentimientos son temporales y, con ayuda, pueden desaparecer.
Hablar sobre lo que estás atravesando puede resultar difícil, pero es el primer paso hacia la sanación. No le des la espalda a las personas que quieren apoyarte. La vida puede ofrecerte más de lo que estás sintiendo ahora mismo, y el dolor no tiene por qué durar para siempre. Mereces ayuda, y está disponible.