Es pegajoso como un demonio, lo odio, ojalá me abandone para siempre; pero no, aquí está, pegado en mi, en su incomodo pero natural ambiente personal, contaminando mi cuerpo con su cálida pero pegajosa miel, inundando la superficie, no dejándome dormir este agradable ambiente nocturno. Maldito sudor, me las pagarás 

Tus chicas rayadas aquí y ahora


Yo:



Tus chicas rayadas aquí y ahora



Yo:

