Hijo biológico de un veterano de la fuerza aérea (a quien nunca conoció) y de Louise Cowell, vivió sus primeros cuatro años en casa de sus abuelos maternos. Durante este tiempo creyó que sus abuelos eran sus padres y que su madre era su hermana mayor.
Era muy estimado entre sus profesores de las 2 universidades a las que asistió. Durante su primera fase de estudio que no culminó, se preparaba para convertirse en psicólogo, pero a pesar de sus habilidades para los estudios, Bundy no lograba mantener un trabajo por mucho tiempo.
Durante 1969 y 1972, todo fue bien, envío solicitudes de admisión a escuelas de derecho y estuvo involucrado en actividades comunitarias, incluso obtuvo una condecoración de la policía de Seattle por salvar a un niño de 3 años de morir ahogado. También se relaciono con figuras importantes del partido republicano de los Estados Unidos.
Pero todo cambió en 1973, cuando se reencontró con Stephanie Brooks, una mujer de una familia acomodada, que había conocido durante su tiempo como estudiante de psicología. Bundy nunca superó la ruptura, y se obsesiono con ella, manteniendo contacto a través de cartas, para así intentar reconquistarla. Retomaron su noviazgo durante el verano de 1973, 4 años después de haberse separado, para al final ser él quien la abandonaría y nunca más se pondría en contacto con ella.
El 4 de enero de 1974, golpeó con vara de metal a la estudiante Joni Lenz, que se encontraba en su habitación universitaria, sobrevivió al ataque pero sufrió daños cerebrales permanentes. Casi un mes después, hizo de Lynda Anne Healy, su siguiente víctima, cuando la dejo inconsciente con un golpe, y procedió a sacarla de las instituciones de la universidad, los restos de la chica de 21 años, fueron encontrados un año después en una montaña. A pesar de la cercanía de los ataques de ambas chicas, la policía no estableció ninguna conexión entre ambos ataques, para este momento, Bundy tenía 27 años. Entre esas desapariciones está la de Carol Valenzuela, cuyo cuerpo fue encontrado en octubre, luego de tener 8 meses desaparecida. Otra chica desaparecida fue Roberta Parks, que iba en camino a encontrarse con sus amigas, pero no fue vista otra vez, después de que ayudará a un hombre lesionado a subir unos artículos a su auto. Algo similar sucedió con Brenda Ball, después de salir de una taberna en la que se encontraba con amigos y dejarles saber que buscaría a alguien que le diera un aventón hasta su casa, la última vez que fue vista, estaba hablando con un hombre que tenía un brazo en una cabestrillo. Pero una de sus víctimas de ese mismo año afortunadamente no sufrió el mismo final, pudo escaparse de Bundy, después de que Bundy la secuestrará, pero mantuvo en secreto el crimen por 40 años, por miedo de ser rechazada.
Bundy despistaba a la policía porque sabía cómo alterar su aspecto, se alteraba el peinado, se dejaba crecer la barba y el bigote, o se los afeitaba, inclusive llego a cambiar de residencia. Los primeros indicios de que los diversos secuestros o asesinatos estaban ligados a Bundy, fue cuando Carol, creyó que Bundy era un oficial de policía genuino, que la llevaría a la comisaría a presentar una denuncia, después de que alguien supuestamente, había intentado robar su auto. Bundy quiso hacer lo mismo que hacía con todas, pero Carol logro escaparse y encontrar un conductor que verdaderamente la llevará a la policía, en su testimonio la chica dió una descripción del hombre del vehículo, e inclusive se llegó a conseguir el tipo de sangre de Bundy. Insatisfecho con su intento fallido de secuestro, el hombre desapareció a Debby Kent de 17 años, del estacionamiento de un instituto escolar, al que habia acudido para ver una obra de teatro junto a sus padres. Cuando los familiares de la chica llamaron a la policía, por la desaparición, los oficiales acudieron a la escena, y encontraron las llaves y las esposas con las que habían tratado de amarrar a Kent más temprano.
La directora declaro que durante la obra, un hombre de aspecto sospechoso le había solicitado que lo acompañará al estacionamiento, para identificar un vehículo, pero ella se había negado porque estaba ocupada con la obra.
Meg Anders, quien era la pareja de ese momento de Ted Bundy, llamo a la policía de manera anónima, sugiriendo que tal vez su novio podía tener algo que ver con las desapariciones y asesinatos. A pesar de que se facilitaron fotos recientes de Bundy a la policía, los testigos fallaron al hacer la correspondiente identificación. La policía desecho esa pista, para enfocarse en otros informes, la atención hacia Ted Bundy, se disipó hasta unos años más tarde, Bundy adoptó la estrategia de trasladarse de un estado a otro para evitar que la policía descubriera sus patrones, con el paso del tiempo sus ataques se volvieron cada vez más erráticos y temerarios, algunas de sus víctimas de convirtieron en testigos, lo que más tarde haría posible el enjuiciamiento de Bundy.
El 16 de agosto de 1975, un patrullero detuvo un Volkswagen para comprobar su matrícula, el sospechoso se dió a la fuga, pero fue detenido poco después, en el auto se encontró una palanca de metal, esposas, cintas, y otros objetos que iniciaron una investigación a gran escala entorno a Bundy.
En 1976 inició el primer juicio contra Bundy, el 23 de febrero, el sospechoso que estaba siendo acusado por secuestro agravado, se encontraba confiado de que no había suficientes evidencias, ni pruebas en contra de él. Pero Carol DaRonch lo señaló y lo reconoció, como el hombre que la había intentado atacar, a pesar de que este negará que la conociera. Este primer juicio concluyó cuando Bundy fue sentenciado a 15 años de prisión con posibilidad de libertad condicional. Una vez en prisión fue sometido a pruebas psicológicas y toxicológicas que revelaron que no sufría de ningún tipo de trastorno mental, ni que era dependiente de drogas y alcohol. Los resultados solo sirvieron para seguir armando un caso contra él para un segundo juicio.
Durante los preparativos para este segundo juicio, Bundy decidió que la persona indicada para defenderlo sería él mismo, por lo que despidió a sus abogados, por tal motivo se le fue permitido una visita a la biblioteca, de dónde huyó al saltar de una ventana, siendo está su primera fuga. Durante su periodo de 6 días, sobrevivió robando y durmiendo en una casa abandonada, pero fue atrapado. 6 meses después volvió a escaparse al treparse al techo de una de las estaciones de la cárcel, para entonces acceder a otra zona del techo que daba al armario de un departamento vacío de la prisión, una vez no había nadie cerca, salió por la puerta de enfrente del departamento de uno de los funcionarios de la cárcel, pasaron 15 horas antes de que se dieran cuenta de su desaparición, pero para entonces ya había huido a otros estados bajo un nombre falso. Y ahí volvió a matar, la policía encontró al cadáver de Lisa Levy que había sido golpeada en la cabeza, también estaba el cadáver de Margaret Bowman, estrangulada mientras dormía, con un golpe en la cabeza que le destrozó el cráneo. El resto de las chicas no pudieron aportar más pistas, excepto el testimonio de Nita Neary. En una área no tan lejos de la fraternidad, ataco a Cheryl Thomas, pero ella sobrevivió, en la escena del crimen se encontraron evidencias corporales, como cabello y sangre del autor. Días después secuestro a Kimberly Leach de 12 años, que se subió a una camioneta blanca, con la idea de que Bundy la llevará a la escuela a recuperar un bolso que había olvidado, una vez la había llevado a una área aislada, la agredió sexualmente, pero la niña falleció durante la agresión.
Para este punto, Ted Bundy estaba a punto de ser atrapado por la policía. Después de algunos encuentros intensos con los empleados del hotel en relación con sus tarjetas de crédito que eran robadas y habían sido denunciadas.
Al año siguiente 1979, se le juzgo por los crímenes realizados en la fraternidad, que fueron nombrados “los crímenes del siglo", y el público empezaba a considerarlo la encarnación del mal. Bundy ejerció como su propio abogado, pero las evidencias contra él fueron aplastantes, tras casi 7 horas de deliberación el 24 de Julio fue declarado culpable, resultado por el que no mostró emoción alguna, mientras su madre lloraba y pedía piedad, él solo alego ser la víctima de un juicio injusto, y era la víctima de abuso y que por ende no pediría clemencia, ya que él no había cometido dichos crímenes. El resultado del culpable fue acompañado por la sentencia a la pena de muerte, por medio de silla eléctrica, hizo uso numerosas veces de su encanto personal, para atrasar lo más posible su inminente ejecución, hasta que agotó sus apelaciones. En una ocasión logro retrasarla a solo 15 minutos antes de la hora programada, en un desesperado intento de mantenerse con vida, confesó el lugar donde guardaba los restos de sus víctimas, y de ahí en adelante confesó todos sus asesinatos, en un intento de que no se llevará acabó la ejecución, llegando a inventar haber perpretado más cantidad de asesinatos, inventando detalles y proporcionando datos falsos para así ganar tiempo con las reconstrucciones de las escenas del crimen y búsquedas. Llegó al colmo de proponer ayudar a las autoridades a detener a otros asesinos en serie, participo en numerosas entrevistas y solo confesó durante sus últimos días de vida, pero dejando sin aceptar su culpa en los asesinatos de las víctimas más jóvenes, en su último día llamo a su madre y rechazó su última comida, fue electrocutado el 24 de enero de 1989, y declarado muerto a las 7:16 am, a los 42 años