Basta un momento de descuido para que ocurra una tragedia. Una madre aparcó su cochecito de bebé en la acera, se dio la vuelta un rato, pero el cochecito volcó y el bebé cayó de cabeza, justo debajo de la rueda de un camión que iba a toda velocidad. El conductor del camión ni siquiera se dio cuenta. La madre, sin embargo, experimentó la peor visión que una madre puede tener.