La paciente solicitó la interrupción del embarazo y mintió sobre su período de gestación; el bebé tenía entre 22 y 24 semanas, pero le dijo a la clínica que solo tenía 14 semanas. Se intentó una aspiración al vacío, lo que provocó la ruptura completa del útero de la paciente, lo que resultó en su extracción y casi la muerte. Por el aspecto de las imágenes, también sufrió daño vaginal.