YURIMAGUAS, PERÚ – 10 DE AGOSTO DE 2024 Ivan Kizmin, ucraniano de 38 años, y Lyudmila Lazarenko, mujer de 44 años de nacionalidad rusa, participaron en el ritual tradicional de “curación del cuerpo y el alma” en el “centro de curación” de Loreto. La práctica implica el uso grupal de halicinógenos, más frecuentemente la planta Ayahuasca, que se basa en tradiciones chamánicas. No es una planta débil, ya que provoca fuertes alucinaciones.
Fue bajo los efectos de la ayahuasca y otros alucinógenos que Iván cometió el crimen que conmocionó a Perú y al mundo. Quería salvar el alma de Liudmila, por lo que la asesinó y la desmembró.
El centro de tratamiento se distanció del caso y afirmó que ambos habían participado en su programa, pero que en el momento del asesinato habían consumido drogas sin su supervisión. Otros participantes afirmaron que Ivan y Lyudmila tenían una relación cálida y amistosa entre sí. Esto solo sugiere que la ayahuasca alentó su mentalidad asesina.
Cuando el personal del “centro de tratamiento” oyó los gritos, llamó a la policía al lugar de los hechos. Encontraron a Ivan sosteniendo un cuchillo ensangrentado sobre el cuerpo mutilado de Lyudmila. Confesó el crimen. Dijo que había tomado ayahuasca y algún tipo de hongos alucinógenos. Dijo que vio a Lyudmila poseída por fuerzas del mal y quería salvar su alma. Cuando se le pasó la borrachera, se arrepintió de sus acciones. Sin embargo, no escapó del tribunal y fue puesto en prisión preventiva durante 9 meses mientras se investiga todo el caso.
Lyudmila Lazarenko era una mujer que amaba la vida. Vivía en Tailandia con su marido y sus dos hijas. Visitaba Perú muy a menudo para encontrar tranquilidad.
Ver el archivo adjunto 148119
Fue bajo los efectos de la ayahuasca y otros alucinógenos que Iván cometió el crimen que conmocionó a Perú y al mundo. Quería salvar el alma de Liudmila, por lo que la asesinó y la desmembró.
El centro de tratamiento se distanció del caso y afirmó que ambos habían participado en su programa, pero que en el momento del asesinato habían consumido drogas sin su supervisión. Otros participantes afirmaron que Ivan y Lyudmila tenían una relación cálida y amistosa entre sí. Esto solo sugiere que la ayahuasca alentó su mentalidad asesina.
Cuando el personal del “centro de tratamiento” oyó los gritos, llamó a la policía al lugar de los hechos. Encontraron a Ivan sosteniendo un cuchillo ensangrentado sobre el cuerpo mutilado de Lyudmila. Confesó el crimen. Dijo que había tomado ayahuasca y algún tipo de hongos alucinógenos. Dijo que vio a Lyudmila poseída por fuerzas del mal y quería salvar su alma. Cuando se le pasó la borrachera, se arrepintió de sus acciones. Sin embargo, no escapó del tribunal y fue puesto en prisión preventiva durante 9 meses mientras se investiga todo el caso.
Lyudmila Lazarenko era una mujer que amaba la vida. Vivía en Tailandia con su marido y sus dos hijas. Visitaba Perú muy a menudo para encontrar tranquilidad.
Ver el archivo adjunto 148119