NANJING, CHINA, 2011. Cuando un hombre que reparte leche fresca por la mañana entró en el edificio de dormitorios para empleados de maestros de escuela primaria, se sobresaltó por los fuertes gritos de una mujer. Cuando fue a ver qué estaba pasando, encontró a una mujer muerta en el pasillo del edificio. Estaba atada con cinta adhesiva, incluida la cara, lo que le provocó asfixia. Fue identificada como una maestra que vivía en el dormitorio de los empleados. Los oficiales pudieron determinar que había sido asaltada, pero no tenían otras pistas que los llevaran al autor.