2011 Un hombre de 65 años fue encontrado destrozado en el patio trasero de su casa. En su casa se encontró una nota de suicidio en la que se indicaban los motivos por los que se había suicidado. Dijo que sufría un dolor tremendo y que estaba deprimido. Las investigaciones revelaron que había sido soldado entrenado en explosivos.
En su casa se encontraron otros artefactos explosivos y componentes para fabricar bombas, como detonadores. Esto alarmó a la policía, que ya tenía al hombre en la mira por haber expresado en Internet sus firmes opiniones contrarias al gobierno. Se puso en marcha una importante redada de seguridad para desactivar de forma segura los explosivos de su casa y, posiblemente, localizar otras bombas colocadas. Afortunadamente, estos temores resultaron ser falsos.
Si estás pensando en suicidarte, detente y reconoce que tu dolor no es permanente, pero este paso sí lo es. Puede parecer que no hay otra salida, pero hay esperanza, aunque sea difícil verla ahora. Tus sentimientos son temporales y, con ayuda, pueden desaparecer.
Hablar sobre lo que estás atravesando puede resultar difícil, pero es el primer paso hacia la sanación. No le des la espalda a las personas que quieren apoyarte. La vida puede ofrecerte más de lo que estás sintiendo ahora mismo, y el dolor no tiene por qué durar para siempre. Mereces ayuda, y está disponible.
En su casa se encontraron otros artefactos explosivos y componentes para fabricar bombas, como detonadores. Esto alarmó a la policía, que ya tenía al hombre en la mira por haber expresado en Internet sus firmes opiniones contrarias al gobierno. Se puso en marcha una importante redada de seguridad para desactivar de forma segura los explosivos de su casa y, posiblemente, localizar otras bombas colocadas. Afortunadamente, estos temores resultaron ser falsos.
Si estás pensando en suicidarte, detente y reconoce que tu dolor no es permanente, pero este paso sí lo es. Puede parecer que no hay otra salida, pero hay esperanza, aunque sea difícil verla ahora. Tus sentimientos son temporales y, con ayuda, pueden desaparecer.
Hablar sobre lo que estás atravesando puede resultar difícil, pero es el primer paso hacia la sanación. No le des la espalda a las personas que quieren apoyarte. La vida puede ofrecerte más de lo que estás sintiendo ahora mismo, y el dolor no tiene por qué durar para siempre. Mereces ayuda, y está disponible.