(Pensé en una nueva dinámica en la que buscaría frases o mini-poemas de imágenes de Pinterest para luego extenderlos. Aquí el primero)
Espero que te pudras.
Espero que tu cuerpo y tu alma acaben tan destrozados como me dejaste a mí.
Espero que tu cuerpo se parta en pedazos y tu alma no encuentre la paz jamás.
Espero que algún día pueda perdonarte, pero no por ti, sino por mí. Todo lo que quiero es encontrar la paz. Despojarme de la suciedad de mi cuerpo y de las impurezas de mi corazón.
Espero que te arrepientas, que algún día te den el castigo que mereces y que, por primera vez, sientas un mínimo de arrepentimiento por lo que has hecho.
Espero que en las noches, cuando el silencio te envuelva, sientas el peso de tus acciones. Que cada suspiro que tomes sea una carga, un recordatorio constante del daño que has causado. Que cada espejo que encuentres te devuelva la mirada de un ser quebrado, tan roto por dentro como yo lo estoy.
Espero que tus días estén llenos de sombras, que cada alegría que intentes encontrar sea opacada por la oscuridad de tu culpa. Que los rostros de aquellos a quienes amas se tornen en espectros que te recuerden lo que has perdido. Que la soledad sea tu única compañía, un eco interminable de tu propia maldad.
Espero que tus sueños se conviertan en pesadillas, que no encuentres refugio ni siquiera en el olvido del sueño. Que cada descanso sea perturbado por las imágenes de mi sufrimiento, de mi dolor, de cada lágrima que derramé por tu culpa. Que el remordimiento se convierta en tu sombra.
Espero que, a pesar de todo, haya un momento en que la verdad te golpee con fuerza. Que entiendas la profundidad de tu crueldad y la extensión de tu egoísmo. Que este momento de claridad sea tan devastador que te arrodilles, implorando por el perdón que nunca podrás recibir.
Y aunque te deseo todo esto, también anhelo el día en que pueda dejarte atrás. Que mi alma encuentre la libertad que merezco, lejos de tu sombra, lejos de tu veneno. Que pueda caminar con la cabeza en alto, con el corazón limpio, sin el peso de tu traición.
Que la paz sea mi consuelo y tu condena. Que el amor y la pureza vuelvan a llenar mi vida, mientras tú te hundes en el abismo que tú mismo has creado.
Espero que te pudras.
Espero que te pudras.
Espero que tu cuerpo y tu alma acaben tan destrozados como me dejaste a mí.
Espero que tu cuerpo se parta en pedazos y tu alma no encuentre la paz jamás.
Espero que algún día pueda perdonarte, pero no por ti, sino por mí. Todo lo que quiero es encontrar la paz. Despojarme de la suciedad de mi cuerpo y de las impurezas de mi corazón.
Espero que te arrepientas, que algún día te den el castigo que mereces y que, por primera vez, sientas un mínimo de arrepentimiento por lo que has hecho.
Espero que en las noches, cuando el silencio te envuelva, sientas el peso de tus acciones. Que cada suspiro que tomes sea una carga, un recordatorio constante del daño que has causado. Que cada espejo que encuentres te devuelva la mirada de un ser quebrado, tan roto por dentro como yo lo estoy.
Espero que tus días estén llenos de sombras, que cada alegría que intentes encontrar sea opacada por la oscuridad de tu culpa. Que los rostros de aquellos a quienes amas se tornen en espectros que te recuerden lo que has perdido. Que la soledad sea tu única compañía, un eco interminable de tu propia maldad.
Espero que tus sueños se conviertan en pesadillas, que no encuentres refugio ni siquiera en el olvido del sueño. Que cada descanso sea perturbado por las imágenes de mi sufrimiento, de mi dolor, de cada lágrima que derramé por tu culpa. Que el remordimiento se convierta en tu sombra.
Espero que, a pesar de todo, haya un momento en que la verdad te golpee con fuerza. Que entiendas la profundidad de tu crueldad y la extensión de tu egoísmo. Que este momento de claridad sea tan devastador que te arrodilles, implorando por el perdón que nunca podrás recibir.
Y aunque te deseo todo esto, también anhelo el día en que pueda dejarte atrás. Que mi alma encuentre la libertad que merezco, lejos de tu sombra, lejos de tu veneno. Que pueda caminar con la cabeza en alto, con el corazón limpio, sin el peso de tu traición.
Que la paz sea mi consuelo y tu condena. Que el amor y la pureza vuelvan a llenar mi vida, mientras tú te hundes en el abismo que tú mismo has creado.
Espero que te pudras.